En el diario de la hiperactividad
no existen drogas
sino drogadictos
No existen reglas
sino directrices
No existe la melancolía
sino la alegría mal dosificada
No existe la tristeza
sino química
Hay secretos que te obligan a rezar
sin saber a que dios dirigirte
Como si todo tuviese que ser
blanco o niego cuando alguien
me conoce